Bruno Mars como en casa en el Coliseo de Puerto Rico

jueves, 8 de septiembre de 2011

Bruno Mars recogió en la noche del jueves la cosecha de suspiros que ha venido cultivando en Puerto Rico a través de la radio y también dentro del fértil terreno de la Internet.

El cantante estadounidense llenó la versión de tres cuartas partes del Coliseo de Puerto Rico, en Hato Rey (San Juan), como parte de una gira de conciertos que, hasta el momento, tiene este país como la única parada latinoamericana, según su página web oficial.

“Éste es mi primer show en Puerto Rico. Caminamos un gran tramo para estar con ustedes hoy aquí. Y vamos a dar un gran concierto. El objetivo es que canten, que bailen. ¿Listos?”, expresó el cantautor exudando energía y con guitarra en mano cerca de las 9:10 de la noche, cuando apareció en la tarima.

Aunque nació en Hawaii, Peter Gene Hernández, su nombre real, es hijo del músico puertorriqueño Peter Hernández, quien estuvo presente en el show, viéndolo sentado desde la consola musical.

Además, Bruno es muy amigo del astro boricua Ricky Martin. De hecho, el popero asistió al concierto del intérprete de Frío el pasado mes de marzo, también en ese recinto capitalino. En ese entonces, pudo constatar que está pegao en la patria de su papá, pues cientos de fanáticos se le acercaron para pedirle fotos y autógrafos.

Anoche, igualmente, se consagró como galán entre miles de chicas adolescentes y adultas, cuyos alaridos fueron tan potentes y continuos que daban la impresión de que el Coliseo estaba en su modalidad amplia.

Este efecto se multiplicó cuando el solista entonó, cerca del final, Just the Way You Are, composición que le mereció un premio Grammy y su primer viso de fama en Puerto Rico. La letra alude a la valoración de la belleza intelectual y emocional de las mujeres por encima de la física.

A este número se sumaron interpretaciones como las de Money / Billionaire, Lazy Song, Grenade y Lighters, con la que cerró, de un repertorio de 14 temas, la mayoría acerca de sueños de un chico talentoso que aspira a ser famoso.

Estas canciones han sido éxitos en las ondas radiales de la Isla. Sus vídeos son archiconocidos en YouTube y otras plataformas.

Sabe distribuir el furor

El cantante entró al escenario caminando entre brincos mientras entonaba Other Side. Desde ese momento, los gritos inundaron el recinto mientras en las tres pantallas gigantes que lo rodeaban se leía su grupo “Hooligans” y otras imágenes de colores fluorescentes.

Otras estrategias le aseguraron mantener esa energía. Por ejemplo, añadió versos a First Time de manera que se sobreentendiera que dedicaba esta melodía a Puerto Rico, y ofreció datos biográficos

Las influencias de Michael Jackson y Elvis Presley, asimismo, le sirvieron para hacer pasos de baile que identificaron rápidamente los padres y madres de las jovencitas que llenaron el Coliseo, durante las entonaciones de Runaway, Nothing on You y otros temas.

Su grupo Hooligans fue otro elemento importante en sostener el baile y la euforia a lo largo de las interpretaciones. La decena de músicos y coristas se movían sin problemas su cuerpo a la vez que tocaban los instrumentos y vocalizaban.

La escenografía no incluyó efectos especiales, pues los juegos que hizo Bruno con la voz y la guitarra bastaron. También la banda añadió ritmos diferentes a los del disco, como pizcas de reguetón y algún que otro viso tropical.

Su papá se roba el show

En ese marco, el carisma de Bruno Mars se resaltó en los arreglos rockeros que le dio a la que identificó como su canción favorita, Grenade. Pero también la de su padre tuvo un rinconcito en el show.

“Te quiero mucho, te quiero mucho. Muah. Gracias, chicos, tanto”, dijo Bruno en español, a manera de despedida, en medio de su interpretación de Just the Way You Are, aunque luego ofreció como ñapa los números Latin Groove, Lighters y Talking to the Moon.

“No sé si lo saben, pero soy boricua”, añadió antes de felicitar a su hermano, Eric Hernández, por su cumpleaños, y saludar a su padre, Pedrito Hernández.

Pedrito se subió al escenario para demostrar con su hijo que ambos son percusionistas: Mars en los timbales y su padre en las congas, mientras una monoestrellada gigante brilló detrás de ellos.

Este primer concierto de Bruno Mars en Puerto Rico duró cerca de una hora y media.

Fuente: Primerahora.com

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